No sé con qué edad te conocí exactamente, pero sin duda has dejado huella.
Cuando recordamos nuestra etapa escolar, siempre empezamos con los mejores momentos, aquellos que sin querer nos hacen esbozar una sonrisa. ¡Ese recuerdo eres tú! Es imposible no recordarte en las clases de música, en el coro, en los días de actuaciones…
Cierro los ojos y te visualizo tal y como eres: jovial, cariñosa, alegre…
Sin duda, un gran ángel ha llegado al cielo dejando una estela muy difícil de superar.
Con todo mi cariño y de nuestra familia.
SILVIA GARCÍA VARELA